domingo, 23 de septiembre de 2012

2ª_Oportunidad

Beck y yo repetimos anoche sin saber muy bien que nos ibamos a encontrar. Las expectativas no eran, sinceramente, optimistas. Pero de nuevo, la noche de ayer me sirvió para darme cuenta lo interesante que resulta dar una segunda oportunidad a aquello que te sugiere desde el primer momento que entras en contacto con ello.
Los momentos divertidos se sucedían sin provocarlo, como si alguien de pronto hubiera cambiado el escenario y nos trasladara tras un abracadabra a un auténtico festival del humor.
Lo mejor es el aderezo de la nocturnidad, que otorga a la diversión momentánea un color cada vez más especial, un color afrutado, dulce y vitamínico.
El lugar al que dimos una segunda oportunidad ... promete. Lo notamos el primer día, aunque no nos encontraramos del todo en nuestro ambiente. Anoche fue algo distinto. Asistimos al examen final. Y aprobó... Con nota!

domingo, 16 de septiembre de 2012

Talento

Hoy me he levantado con la sensación de haber aprovechado el tiempo al máximo. Esta sensación me la provoca pensar en el día de ayer. El compromiso y ser testigo de la transmisión de talento, de mucho talento, han sido los responsables de transformar un sábado cualquiera en un sábado para recordar en el disco duro reservado para almacenamiento de experiencias trascendentales. Poder escuchar poemas intercalados con música alternativa, para después continuar escuchando poemas, en este caso, cacofónicos, auguraba una tarde noche de lo más intelectual. Y todo gracias a Nemi. Es ella la que escoge para mi los contenidos de días como el de ayer. Consciente de que habíamos disfrutado de unas horas privilegiadas, la mejor forma de celebrarlo era acudiendo a uno de los garitos que más modernos concentra por valdosa cuadrada... Debe ser por esto por lo que hoy tengo esta sensación de haber disfrutado de cada minuto, e incluso, cada segundo, del día de ayer.

domingo, 9 de septiembre de 2012

36

El post número 200 coincide con el que dedico a mi nueva edad. ¿Casualidad? No lo creo. A esta edad no se cree tanto en las casualidades como antes. Todo es por algo y tiene sentido porque así lo ha querido la vida, el destino, Dios... El caso es que si pasas más de cinco meses sin acercarte al lugar de los hechos y cruzas esa puerta el día x pero el tipo por el que has evitado aparecer por allí no se encuentra, es seguro, por algo. Porque no era el día adecuado, porque el primer acercamiento a dicho lugar de los hechos, debía ser así, porque servirá para la próxima... Por eso, por eso, porque siempre sirve para la próxima ocasión, tanto lo que sucede como lo que no. Así lo veo de claro desde hace tiempo y qué mejor que este momento para confirmarlo, justamente cuando cumplo mi primera semana con 36 años.