sábado, 16 de noviembre de 2013

Embestidas

Ayer bajaban las temperaturas de golpe. Dicen los expertos que el cuerpo necesita un espacio de tiempo para adaptarse a este tipo de embestidas y que en este caso, no lo ha habido. Por eso notamos más el frío, porque el cuerpo todavía no está adaptado.
Sin embargo, para mi, este tipo de cambios bruscos me llenan de esperanza. Porque me hacen reflexionar sobre lo que aparece de golpe y sin dar explicaciones, te congela por dentro. Todo ello sin concederte un minuto para la adaptación. Por eso, esta tiene que estar dispuesta para que cuando llegue, entre en una cauta simbiosis con el cambio. Entonces lo que en un primer momento parecía que iba a ser dramático se transforma en un tránsito meramente convencional. De este modo, el golpe no resulta tan fortutito como se esperaba y la vida continúa en perfecta armonía.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Remedios

"Suelo no desear muy fuerte los deseos, aunque tengo deseos". Esta frase la escuchaba esta mañana en boca de Álvaro Pombo y me hacía pensar en que esa sea quizá la fórmula para no sentir tanta ansiedad cuando no llega lo que deseas: desearlo con mayor debilidad, con más flojera, con menos interés. Todo para que la decepción sea amortiguada antes del golpe que la espera.
No dejo de buscar remedios útiles ante el paso del tiempo en silencio. Dejé de buscar respuestas porque me llevaban a encrucijadas difíciles de superar y porque el dolor era inaguantable. Ahora quiero remedios. Me es igual si son caseros, alternativos o químicos. Lo que necesito es que funcionen.
Este va a ser el primero que pruebe: continuar deseando deseos pero hacerlo con menor intensidad. Probaré si funciona y si es así, lo recomendaré. Palabra que lo haré.