domingo, 17 de febrero de 2013

Respuestas

Puede que el anuncio de donettes, aquel que dice algo así como que si lo que esperas no pasa, algo mejor pasará, sea el principio del conformismo. Pero también puede que sea la realidad vista desde la óptica de lo que más te conviene. Yo siempre lo he querido ver de ese modo. El tiempo me dio en numerosas ocasiones la razón. Pero lo peor es aguantar ese tiempo. Porque durante esos días, esos meses, e incluso, esos años, no hay respuestas. Tan solo preguntas. Y estas, me refiero a las preguntas, agotan a cualquiera.
Resulta entonces que cuando llegan las respuestas, no sabes si te conviene disfrutarlas o entrar otra vez en el bucle que explicaba al inicio de este post. Por eso, reclamo una fórmula mágica para soportar ese tiempo en el que descubres que lo esperado no ha pasado y esperas que la respuesta sea porque pasará algo mejor. Un remedio que remita la angustia de sentirse perdedor, un consuelo ante la frustración inesperada, una píldora que alivie los síntomas interrogativos.

domingo, 10 de febrero de 2013

Alrededor

Hay un sitio nuevo, al que solemos ir frecuentemente desde finales de verano. No está mal, siempre y cuando no haya demasiada gente, como anoche. Es un espacio esperanzador para mi. Donde me siento confortable porque los y las de mi alrededor son tan poco jóvenes como ya lo voy siendo yo.
Lo contrario, estar en un lugar donde los y las de mi alrededor son más jóvenes, mucho más jóvenes que yo, me agobia. No puedo controlarlo. Es como si algo se introdujera en mi cabeza sin mi permiso y me dijera en mi cara que todos y todas las de mi alrededor tendrán más oportunidades de las que a mi me quedan. Y eso me... asfixia.
Ante esa desazón, lo único que me permite volver a respirar es salir al día siguiente por un sitio como el de ayer... esperanzador.

sábado, 9 de febrero de 2013

Juntas

Ha vuelto a ser una semana complicada. Menos mal que conforme acababa el viernes y comenzaba el sábado, la cosa ha ido cambiando. Todo por dejarse llevar ante lo imprevisto. Me declaro, desde anoche, absolutamente fan de eso, de lo imprevisto.
Con unos planes definidos, nos dispusimos a encontrarnos con otra noche más de viernes, Yul, Beck y yo. Alguien nos ofreció la posibilidad de hacer una parada y cambiar nuestro rumbo. Nada nos impidió probar, pues de todas las experiencias que acumulamos, las más positivas que recordamos son aquellas que nacen de planes ajenos. Así que, de nuevo, nos dejamos llevar.
El resultado fue de un notable alto y eso, quieras que no, nos da la confianza suficiente en que juntas, podemos y además, podemos siempre con más de lo que creemos.

domingo, 3 de febrero de 2013

Cabreo

No me había pasado nunca que después de una conversación de menos de veinte minutos con un tipo desconocido me cabreara hasta el punto de durarme todo el fin de semana.
Es lo que tiene pensar que quien nada puede hacer porque un 'hasta que la muerte os separe' se lo impide, se lance al ruedo sin ningún escrúpulo. La sola idea de ponerme en el lugar de la otra parte, me hace sentir dolor. Quizá por eso jamás logre estar en el otro lado... Me ha todado vivir en esta parte para darme cuenta de que lo que, a lo mejor añoro, no es para tanto. Todo depende de con quien merezcas estar y cómo merezcas estar.
Sí que puede entonces tener sentido aquella frase que escuché una vez que decía que solo viene el amor que creemos ser capaces de merecer. Duele leerlo, duele escribirlo, pero más duele asumirlo. Prometo hacerlo.

sábado, 2 de febrero de 2013

Decepcionante

Es mi palabra de la semana. Casi, casi, mi palabra de honor. Califica la situación en la que me encuentro una vez más y también el modo en el que se proyecta delante de mis narices este comienzo de año. Un mes' horribilis' que acaba de terminar con la esperanza de poder continuar la dinámica del último trimestre del 2012.
Sin embargo, entre tanto y tanta decepción, noto desde ayer, primero de febrero, que se está despertando una sensación de que se aproximan novedades. Quizá quede solo en eso, en una sola sensación. Por si acaso, me he aferrado a ella desde que anoche la noté queriéndome mostrar un poco de confianza en mi misma, mostrándome el pasado: las veces que me caí, me levanté. Con heridas, es verdad, pero a punto de supurar y curar definitivamente.