domingo, 20 de abril de 2014

Precio

Como si de una premonición se tratara, el anterior post anunciaba el posible precio a pagar ante el último riesgo corrido. Pues bien, en esa etapa nos encontramos.
No por anunciado, ni siquiera por esperado, está siendo menos doloroso. Todo lo contrario. La culpa no deja de hacer de las suyas preguntándome si debí pararlo antes de dejar que sucediera, si debí actuar de la manera contraria a la que lo hice y sobre todo por qué vuelve a repetirse una y otra vez la misma historia breve en mi vida.
Harta de escuchar la cantinela de siempre con el estribillo pegadizo 'todo pasa por algo', cuando no queda más remedio que estallar, hay que dejarse llevar y hacerlo, aunque pille en plena Semana Santa.
Hoy acaba, me refiero a la Semana Santa.  A lo otro, por la experiencia que sin yo quererlo me persigue, le queda mucho por llorar.