Cuesta a veces demasiado obedecer al destino. Sobre todo cuando lo que quieres que suceda es lo contrario a lo que te ofrece. Entonces viene la frustración y el cansancio, multiplicado por n si se trata de una situación que se repite de manera periódica en tu vida.
Deberían enseñarnos a asumir lo deparado sin más. Algo así como conformarnos con lo que viene. Sin considerarlo. Sin valorarlo. Sin aprobarlo. Sin Más.
La frustración no aparecería y el cansancio dejaría paso a la complacencia. El escenario sería claramente distinto. No habría búsqueda de razones ni cuestionamientos utópicos. Tan solo un sí acepto. Sin Más.
Lo contrario es contraproducente por el daño que provoca y por las energía que desgasta. Sencillo sería asumir sin más para que sin más el destino vuelva a decidir, sin presiones absurdas, sin rebeldías constantes.... Sin Más.
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