sábado, 24 de marzo de 2012

Incoherencia

Reivindico la incoherencia en lo emocional, en donde el corazón pesa más que la razón. En esos momentos, vale ser confusa, desdecirse, contradecirse, etc... Vale ser incoherente. La coherencia se deja para los asuntos racionales, para los días laborables, para cuando no te queda más remedio que pensar modos y maneras de seguir viviendo, a pesar de esta crisis económica que nos tiene sumidos en el más absoluto de los pesimismos.
Para pensar así, debes haber sentido, aunque sea después de habertelo negado millones de veces, deben haberte tocado lo emocional. Y solo cuando eso sucede y te escuchas intentando sin conseguirlo explicar tus actitudes incoherentes, entonces reflexionas y vuolà: no pasa nada. Es la incoherencia que se permite. Y se permite porque no tiene nada que ver con lo racional. Merece un espacio diferente, junto con los sentimientos. En ese lugar, se puede ser contradictorio. Es más, se debe. ¿Por qué? Porque esa actitud será la señal que nos despierte del letargo coherente para vivir otras sensaciones, para abrirse a nuevas experiencias. Por eso, bienvenida sea la incoherencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario