sábado, 21 de mayo de 2011

Seguirles

Anoche no tocó salir de copas. Tocó salir a concienciarse. La primera estación fue el Festival de Otoño en Primavera. Allí esperaba una Angélica Liddle más madura que nunca. Tres horas de verdades como puños liberadas a borbotones, haciendo sentir a una sala a rebosar la inmundicia del ser humano, quien huyendo de manera aterradora de la soledad absoluta es capaz de construir relaciones carentes de sentido, camuflando sus miedos en una mesa de bodas, organizando una familia donde las visitas sean el sustento necesario de unas vidas torturadoramente mediocres. Preferir conocer a los demás para huir de conocerse a uno mismo es un error con el que tropieza una y otra vez el hombre. Este es uno de los mensajes desgarradores de esta Liddle 2011, que vuelve a no dar ni una sola oportunidad más a esta humanidad corrupta y corrompida. Es preferible decantarse pues, por la extinción de una especie cobarde e inconsecuente con su proceder.

La mejor forma de acabar la noche fue en la Puerta del Sol. Allí pude comprobar que todavía existe sentido común, y lo tiene toda una generación, que además no es ni mucho menos la perdida sino todo lo contrario. Esta generación tiene ganas de marcarnos el camino y yo estoy dispuesta a seguirles. ¿Tú no?

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