domingo, 16 de diciembre de 2012

Equilibrio

No hay nada que envidie más que el equilibrio en la vida. El hecho de juzgar lo que vaya pasando de una manera equilibrada es para mi más que un reto. Con objetividad, sin apasionamiento. Como si miraras los hechos desde un cristal transparente, incoloro, insípido, insustancial. Es lo que es y se acepta como es.
Poco a poco y dependiendo de qué parte de mi vida analice, voy haciéndome con este método. Pero no consigo llevarlo a la práctica en todas las parcelas. Es más, justamente me olvido de utilizar esta herramienta cuando se trata de analizar o reflexionar aquello que tiene que ver con el corazón.
Ahí me puede la culpa, las sensaciones pesimistas, la incomprensión e incluso la incoherencia.
Pero nunca el equilibrio. Es por esto que al nuevo año le pido un tinte de equilibrio para toda mi vida, una ausencia de dramatismo, sobre todo en aquello a lo que el corazón se refiera. Equilibrio para asimilar sin dudar lo que vino, lo que está viviendo y sobre todo por lo que vendrá.

sábado, 15 de diciembre de 2012

DíaD

Anoche me dormí pensando en cuáles habían sido los mejores meses de este año. Tengo que reconocer que cada estación me ha hecho un regalo especial y eso es de agradecer. Todas menos el invierno. Quizá porque el frío no se presta a ello. Quizá porque el que será el próximo invierno pueda que sea el que rompa la tradición. Para ese momento, el del inicio de una nueva estación queda una semana... El mismo tiempo que para que según pronósticos ancentrales y tribales sea el fin del mundo, o para que según pronósticos más modernos comience el verdadero cambio de era.
A lo mejor me viene bien cualquiera de las propuestas; a lo peor todo siga igual.
Y es que lo de seguir igual deja de ser una opción. Tiene que haber posibilidad de cambio radical. De regeneración. De cumplimiento de una vez por todas de expectativas. Que dejen de serlo para convertirse en realidades. Esa es mi propuesta para el día D, el día del fin del mundo, del cambio de era, de la despedida del otoño, de la entrada del invierno. DíaD, aquí estoy... esperándote!

domingo, 9 de diciembre de 2012

SinMás

Cuesta a veces demasiado obedecer al destino. Sobre todo cuando lo que quieres que suceda es lo contrario a lo que te ofrece. Entonces viene la frustración y el cansancio, multiplicado por n si se trata de una situación que se repite de manera periódica en tu vida.
Deberían enseñarnos a asumir lo deparado sin más. Algo así como conformarnos con lo que viene. Sin considerarlo. Sin valorarlo. Sin aprobarlo. Sin Más.
La frustración no aparecería y el cansancio dejaría paso a la complacencia. El escenario sería claramente distinto. No habría búsqueda de razones ni cuestionamientos utópicos. Tan solo un sí acepto. Sin Más.
Lo contrario es contraproducente por el daño que provoca y por las energía que desgasta. Sencillo sería asumir sin más para que sin más el destino vuelva a decidir, sin presiones absurdas, sin rebeldías constantes.... Sin Más.

sábado, 8 de diciembre de 2012

NoMás

No. He dicho que no vuelvo a vivir lo mismo. He dicho que no quiero volver a sufrir. No puedo permitirmelo. No Más.
Lo he dicho convencida de lo mucho que perdí cuando acepté sin querer el juego del contigo pero sin ti. Aquella vez me lo jugué todo, a pecho descubierto y las heridas fueron tan profundas que ni lamiéndolas todos los días era capaz de sanarlas.
No. He dicho que no aunque me duela. Aunque me gustaría decir un sí gigante en todos los idiomas. Y aunque sueñe con que esta vez será distinto, no puedo permitirmelo. No Más.
Bien es cierto que la negación ha sido suave, solo porque cuento con un cómplice de lujo: diciembre. Si, diciembre es el mes en que la gente más sale y entra y en una de esas... Creo que podrá sustituirme sin problema. Es el momento adecuado, no hay vínculo suficiente como para echarme de menos. El se va y yo sufro... El eterno bucle... La constante condena... No es un buen día. No es un buen puente. Por favor, NoMás.

domingo, 23 de septiembre de 2012

2ª_Oportunidad

Beck y yo repetimos anoche sin saber muy bien que nos ibamos a encontrar. Las expectativas no eran, sinceramente, optimistas. Pero de nuevo, la noche de ayer me sirvió para darme cuenta lo interesante que resulta dar una segunda oportunidad a aquello que te sugiere desde el primer momento que entras en contacto con ello.
Los momentos divertidos se sucedían sin provocarlo, como si alguien de pronto hubiera cambiado el escenario y nos trasladara tras un abracadabra a un auténtico festival del humor.
Lo mejor es el aderezo de la nocturnidad, que otorga a la diversión momentánea un color cada vez más especial, un color afrutado, dulce y vitamínico.
El lugar al que dimos una segunda oportunidad ... promete. Lo notamos el primer día, aunque no nos encontraramos del todo en nuestro ambiente. Anoche fue algo distinto. Asistimos al examen final. Y aprobó... Con nota!

domingo, 16 de septiembre de 2012

Talento

Hoy me he levantado con la sensación de haber aprovechado el tiempo al máximo. Esta sensación me la provoca pensar en el día de ayer. El compromiso y ser testigo de la transmisión de talento, de mucho talento, han sido los responsables de transformar un sábado cualquiera en un sábado para recordar en el disco duro reservado para almacenamiento de experiencias trascendentales. Poder escuchar poemas intercalados con música alternativa, para después continuar escuchando poemas, en este caso, cacofónicos, auguraba una tarde noche de lo más intelectual. Y todo gracias a Nemi. Es ella la que escoge para mi los contenidos de días como el de ayer. Consciente de que habíamos disfrutado de unas horas privilegiadas, la mejor forma de celebrarlo era acudiendo a uno de los garitos que más modernos concentra por valdosa cuadrada... Debe ser por esto por lo que hoy tengo esta sensación de haber disfrutado de cada minuto, e incluso, cada segundo, del día de ayer.

domingo, 9 de septiembre de 2012

36

El post número 200 coincide con el que dedico a mi nueva edad. ¿Casualidad? No lo creo. A esta edad no se cree tanto en las casualidades como antes. Todo es por algo y tiene sentido porque así lo ha querido la vida, el destino, Dios... El caso es que si pasas más de cinco meses sin acercarte al lugar de los hechos y cruzas esa puerta el día x pero el tipo por el que has evitado aparecer por allí no se encuentra, es seguro, por algo. Porque no era el día adecuado, porque el primer acercamiento a dicho lugar de los hechos, debía ser así, porque servirá para la próxima... Por eso, por eso, porque siempre sirve para la próxima ocasión, tanto lo que sucede como lo que no. Así lo veo de claro desde hace tiempo y qué mejor que este momento para confirmarlo, justamente cuando cumplo mi primera semana con 36 años.

domingo, 19 de agosto de 2012

Madrid

Ya de vuelta. Reincorporada de nuevo a Madrid. Disfrutando de días libres y noches alegres. No puedo disimular lo mucho que me gusta pasar tiempo de vacaciones en la ciudad en la que vivo. Lo hago desde hace años. Me reservo tiempo para mi y para ella, para visitar las últimas exposiciones, dar vueltas por el centro, hacer algo que no haya hecho durante todo el año, leer libros atrasados y mirar películas que se quedaron en el tintero allá por el crudo invierno.
A falta de dos semanas para la vuelta completa a la rutina diaria, apuro hasta el extremo las horas que un día creí no poder alcanzar. Eran tiempos difíciles, aquellos en los que solo era consciente del cansancio físico y mental que proyectaba. Por eso necesito estos días en Madrid. Se trata de una reconciliación en toda regla, en la que nos prometemos nuevamente amor eterno, con o sin estrés.

domingo, 29 de julio de 2012

Rabia

No es un buen día. De pronto, la rabia me invade. Y lo peor es que no sabría explicar solamente con palabras, el porqué. Es una sensación agria que me recorre el cuerpo desde que me levanté y que a estas horas siento que se ha hecho más fuerte y que por lo visto, no tiene la más mínima intención de abandonarme. Algún significado tiene que tener. No me apetece buscarlo.
Hoy prefiero hacerme amiga suya.
La rabia y yo, empezamos a entendernos. Si yo la permito, ella me permite. Si yo no la comparto, ella lo respeta. Si yo no la incomodo, ella me lo agradece. Así vamos pasando el domingo, el último antes de mis vacaciones. Mala elección por parte de esta inquilina por querer instalarse en un día que debería ser, cuanto menos, expectante. Sin embargo, es lo que tiene este sentimiento, que se instala sin avisar, tras colarse por el ombligo y abrazar con sus tentáculos la boca del estómago. Hoy no me apetece que se vaya.
Hoy prefiero hacerme amiga suya.

domingo, 22 de julio de 2012

Ventanuco

Siempre he apostillado la frase 'cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana', con la siguiente sentencia: suele pasar que la ventana es en muchs ocasiones, demasiado pequeña.
En estos tiempos de conformismo extremo, el simple hecho de distinguir que se trata de aunque sea un diminuto ventanuco pero por el que pudiera entrar aire fresco, es suficiente. Por eso hay que respirar todo lo fuerte que uno sea capaz, porque el aire aunque al principio sea escaso, por lo menos es limpio y no está viciado. Merece entonces, la pena, conservar el ventanuco estrecho y evitar clausurarlo, al menos de momento. Quien sabe si con el paso del tiempo evoluciona hasta transformarse en balcón.
En esas estamos, cuando nos encontramos a punto de cerrar el primer mes completo de verano, a punto de coger unas vacaciones, cuanto menos, merecidas, por tanto pasado, por tanto sufrido. Mañana comienza la verdadera cuenta atrás... En esas estamos.

domingo, 15 de julio de 2012

Redireccionando

Soy una apasionada de los vocablos 2.0. Suelo aplicarlos a la vida cotidiana porque siempre encuentro alguno que le va que ni pintado al estado de excepción que pueda vivir en ese momento. Este es el caso del que da título a este post. Ante todo, quiero que sea entendido por ahora, como mera declaración de intenciones.
Y si de intenciones se habla, camino cada día con la esperanza de que ese proceso, el de redireccionar(me) sea lo más rápido posible, casi tanto como sucede en internet, que es visto y no visto, pues basta un solo clic para encontrar(te) en otro lugar, en otra ventana, en otra cosa, mariposa.
Sí quiero. Sí quiero que un solo clic me redireccione. Estoy segura que en el otro lugar al que me lleve, la otra ventana que se me abra, será del todo mejor que la que cerré definitivamente esta misma semana. No puede haber nada peor que no querer saber, no querer ver, y sobre todo, no querer sentir.

sábado, 23 de junio de 2012

Ahogo

Es lo que he sentido en algunos momentos de esta semana. Como si unas manos gigantes atraparan mi cuello y me impidieran respirar. Unos días me pasaba al levantarme, otros a media tarde y otros, incluso al irme a dormir. La solución era siempre la misma: inspirar fuertemente desde el estómago, contar hasta cinco y eliminar el aire comprimido en los pulmones hacia el exterior. Ese mismo aire una vez fuera, servía de aliento indispensable para que aquellas manos imaginarias dejaran su tarea primordial y desaparecieran por lo menos, hasta el día siguiente. Y así, un día tras otro...
Y de tanto vivirlo, me he dado cuenta de que el ahogo llega mientras no llega lo que esperas y además, eres consciente de esa no llegada. Y además, eres consciente, de que pudiera prolongarse hasta el infinito. Porque en otras ocasiones ha pasado y por eso hay probabilidades de que vuelva a pasar. Y entonces... acabo... que llega el ahogo.

sábado, 2 de junio de 2012

Recomponiendo(me)

Otra vez ha tocado volver a recomponerse. Sin culminar la tarea me lanzo a escribir despues de más de dos meses de ausencia... Entretanto una historia más a mis espaldas con un final viejo conocido.
Si tuviera que definir mi vida en ese sentido, la definiría como repetitiva. No por ello, deja de asombrarme. No por ello, deja de sufrirse.
Tiempo es lo que necesito que pase para recomponer(me) del todo. Como herramienta solo sostengo el silencio, a veces, querido y otras muchas, odiado. Como hoja de ruta, estos momentos no tienen precio: sabes cuando subes, pero sobre todo, cuando bajas.
Todo ello, aderazado, por lo visto, por uno de los planetas más oportunos en llegar, debido a su desapego a lo relacional, muy especialmente, a lo sentimental.
La mezcla resulta más que explosiva cuando no dejas de repetirte que lo que sucede, conviene. Entonces ya si que no entiendes nada, ni de lo que sucede ni mucho menos de lo que conviene. Porque digo yo que si no conviene, por qué sucede.

sábado, 24 de marzo de 2012

Incoherencia

Reivindico la incoherencia en lo emocional, en donde el corazón pesa más que la razón. En esos momentos, vale ser confusa, desdecirse, contradecirse, etc... Vale ser incoherente. La coherencia se deja para los asuntos racionales, para los días laborables, para cuando no te queda más remedio que pensar modos y maneras de seguir viviendo, a pesar de esta crisis económica que nos tiene sumidos en el más absoluto de los pesimismos.
Para pensar así, debes haber sentido, aunque sea después de habertelo negado millones de veces, deben haberte tocado lo emocional. Y solo cuando eso sucede y te escuchas intentando sin conseguirlo explicar tus actitudes incoherentes, entonces reflexionas y vuolà: no pasa nada. Es la incoherencia que se permite. Y se permite porque no tiene nada que ver con lo racional. Merece un espacio diferente, junto con los sentimientos. En ese lugar, se puede ser contradictorio. Es más, se debe. ¿Por qué? Porque esa actitud será la señal que nos despierte del letargo coherente para vivir otras sensaciones, para abrirse a nuevas experiencias. Por eso, bienvenida sea la incoherencia.

sábado, 10 de marzo de 2012

Universo

Nunca el final de un capítulo de una serie que veo habitualmente había sido tan clarividente: el universo siempre te sitúa donde debes estar. Por mucho que te empeñes, él es el que manda. Si en algún momento está de acuerdo con tus propósitos, te lo hará saber tan inmediatamente como en el momento que contradigas su intención. Entonces, te recoloca y te recomienda que lo aceptes. Porque no hay otra. Porque él es el que manda, claro está que por tu bien.
La explicación quedó completa, volviendo el viernes del trabajo. En el trayecto leí la siguiente frase: ante una muralla, un paso atrás ayuda a encontrar la brecha. Impresionante. El paso atrás como actor principal, revalidado y optimizado. Sí es posible, e incluso es recomendable optar por bajar el escalón que, quién sabe, si precipitadamente, subiste en su día, antes de continuar con los peldaños que quedan hacia la cumbre. Retroceder o bajar, no es de fracasados sino todo lo contrario, es de valientes. No hay prisa por llegar. Lo que te espera, estará allí hasta que tú llegues, por muy tarde que sea. Aguardará porque el universo es consciente de que todavía quedan muchos pasos atrás que dar y muchas brechas que curar.

sábado, 3 de marzo de 2012

Claroscuros

Claroscuros son los momentos en los que cuando todo parecía estar claro, de repente, sin saber el porqué se difumina y pasando rápidamente por el tono grisáceo, el oscuro llega para quedarse.
Los claroscuros son víricos, lo son porque no suelen aparecer una sola vez sino que tras la primera ocasión que tienen, permanecen latentes en el organismo con la idea de hacerse presentes cada vez que pueden o quieren.
La situación entonces deja de ser discutible para ser expuesta unilateralmente utilizando la frialdad y la lejanía a partes iguales. Lo conseguido deja de ser interesante. Lo luchado comienza a hacerse demasiado pesado. La claridad se torna sin más remedio en oscuridad. Y después, lo de siempre... el silencio.
De todo esto, lo más relajante, es que de tantos claroscuros sufridos, una ya tiene el antídoto perfecto, la pócima adecuada para que lo antes posible deje de escocer: unas cuantas nuevas gotitas de ilusión. Cuesten lo que cuesten, sin por supuesto, costar la dignidad.

sábado, 25 de febrero de 2012

Mentir

Anoche, hablando sobre la mentira y sus variedades parejílicas, llegué a la conclusión de que yo creo por defecto. Estoy programada de esa manera. Es más, considero, y así se lo hice ver a quien me acompañaba, que el problema era de quién mentía y nunca del que por la razón x creía por defecto.
Pienso también que para mentir hay que ser demasiado inteligente porque cuando el que miente es un mediocre, la historia se vislumbra en un abrir y cerrar de ojos, normalmente porque se vuelve contra uno más pronto que tarde. Y ahí caes al fango, desde donde, sin ayuda, se hace imposible salir.
Aún así, hay quien dice no mentir aunque obvia, dice no mentir aunque distorsiona, dice no mentir aunque no llega a decir del todo la verdad. Son aquellas personas que creen guardarse un as bajo la manga y lo único que guardan es su nulo sentido de la ética.
Sin más, prefiero creer por defecto y seguir con el que miente, de la manera que sea, por la línea de la discreción, aquella que siempre te asegura un lugar privilegiado en el banquillo del honor y la dignidad.

sábado, 18 de febrero de 2012

Pórtatil

Hoy el pórtatil ha tardado en encenderse alrededor de diez minutos. Se estaba actualizando. Como me gustaría que los seres humanos pudiéramos realizar operaciones como las de los ordenadores. Me encantaría reiniciarme, apagarme, actualizarme y por supuesto hibernar. Todo en períodos de tiempo fugaces. Cómo sería de positivo poder decidir durante cuanto deseo mantenerme en modo ahorro de energía. E iría todo mucho mejor si cada vez que restaran cinco minutos para quedarme sin batería, un sonido estridente alarmara a mi dueño para que me enchufara a la red lo antes posible. ¿He dicho dueño?. Lo siento, quería decir usuario. El mismo que tendría que decidir hasta qué punto puede aprovecharse de mi sistema operativo, así como optar por un sencillo cambio de contraseña cuando me pusiera de lo más insoportable.
Que nadie diga que no sería mucho más fácil que tus herramientas básicas vinieran de serie, junto con un software actual. Y del resto que se encargara el de siempre... el usuario.

domingo, 12 de febrero de 2012

Frío

Esta vez el frío ha venido mucho despues de lo que se le esperaba. Debe ser por eso por lo que los cuerpos se resienten y los caracteres se agrían. Lo inesperado siempre causa estupor. Y eso es lo que nos ha causado este horrible frío.
Cualquier hora es mala para decidir enfrentarse a él porque te recibe fresco como si del congelador de tu nevera se tratara. Pero, como en todo, lo peor es doblegarse, rendirse ante él no tiene sentido, sin por lo menos haber luchado.
Por eso ayer tres valientes (Marise, Beck y una servidora) volvimos a las calles nocturnas de este Madrid gélido. Nada mejor para entrar en calor que la carcajada continua provocada por el esto es lo que hay. La risa entre amigas es para mi como el antídoto imprescindible para enfrentarme no solo a este frío invierno sino también a una nueva semana, llena, seguro, de tensos momentos.
Sucede con el salir a dar una vuelta el fin de semana como con los bebés cuyas madres prefieren observarles dormir a despertarles porque les toca comer. Sucede que en estos casos, dicen, el sueño les alimenta más... De mayor, es el salir a dar una vuelta, precisamente, lo que alimenta más, mucho más.

domingo, 29 de enero de 2012

Incorrecto

Hoy es uno de esos días en los que te arrepientes de mirar hacia atrás. Es el día incorrecto, por muchos motivos y por pocos alicientes.
He comenzado el día preguntándome por qué hasta ahora he elegido la senda difícil cuando he tenido la oportunidad de hacerlo. Qué es lo que tengo que demostrar, y lo más importante, a quién.
Por qué cuando ha habido en mi existencia una bifurcación, he tomado la que tenía más cuestas empedradas. Por qué en un principio he creído estar en la decisión correcta y hoy me surge el interrogante sobre mi posible error.
A lo mejor, tocaba hoy examen de conciencia. Justo el día incorrecto, cuando menos me conviene sacar conclusiones.
Si fuera así, pido entonces, que la próxima vez me avisen con tiempo suficiente para urdir una falsificación de justificante de mis padres y de este modo, poder posponer la cita con mi conciencia para otro día mejor, un día que no sea como el de hoy... incorrecto.

domingo, 22 de enero de 2012

Latina

Hacía mucho tiempo que no pasaba una noche de sábado por la Latina. Acostumbrada a acercarme al Madrid más castizo en las tardes domingueras, se me había olvidado su encanto nocturno. Lo confirmo, paradójicamente, es la mejor zona para desconectar de Madrid y si tienes suerte, como Beck y yo ayer, también de los madrileños...
La fusión con el ambiente es inmediato y se hace más que evidente cuanto más te adentras en los engranajes de la zona. En poco tiempo te has mimetizado con el entorno. Poco importan las impresiones porque abunda como sucede las tardes domingueras, la gente de verdad, con vida vivida y si me apuras, sobrevivida. El resto no tiene por qué estar allí. El resto, quienes valoran lo que eres por lo que vistes, por donde vives o por lo que gastas, no se van a sentir cómod@s.
Porque aunque los sitios no hacen a las personas, yo creo que viceversa sí ocurre. Son las personas las que definen los lugares, las que atraen a otras con expectativas similares, como sucede en este caso, en el que destacan gentes con experiencias pasadas al servicio del futuro, aunque haya que digerirlas en el presente.

sábado, 21 de enero de 2012

Cómputo

Tuve una conversación reveladora a mitad de esta semana. Alguien me dijo que es importante conocer el cómputo de la felicidad a la que debes aspirar. Que supone ser el resultado de la suma de momentos felices de tu vida, al margen de intensidades y de decepciones. Según el punto de vista de mi interlocutor, vivir un momento feliz por muy intenso que sea si supone una consecuencia parecida a la retahíla de siete noches en un mar de lágrimas, no merece la pena. El cómputo da negativo. Sin embargo, vivir un momento feliz en formato lineal con posibilidad de que se prolongue en el tiempo es lo correcto. Computa como válido en su original barómetro happy.
Su perspectiva me convenció hasta el punto de sentirme de nuevo orgullosa de las decisiones tomadas, sobre todo de aquellas en las que el 'no quiero esto' ha pesado durante días como una auténtica losa en mi cabeza. Ese 'no quiero esto' era la única puerta disponible hacia la felicidad que computa. Virar hacia el 'se que no quiero esto pero no me atrevo' hubiera significado la descalificación y por tanto la invalidez para computar en este termómetro vital sobre la felicidad vivida y por qué no decirlo, también merecida.

domingo, 15 de enero de 2012

Vértigo

Hay una sensación que se me repite todos los domingos: vértigo. Es igual que sea un mes que otro. Mi tiempo lo mido en semanas e independientemente de cómo las termine, el domingo es para mí igual a vértigo. Me sucede incluso en esta etapa de mi vida en la que parece que reina el estancamiento. No avanzar no significa en cualquier caso no evolucionar, me digo sin cesar pese a que cueste mucho más mirar hacia adelante de lo que me cuesta mirar hacia detrás. Será por lo desconocido, pero sobre todo por el vértigo. De pronto, la mente se bloquea, el corazón se acelera porque el peligro acecha, uno de los muchos a temer, aquel del que solo se sobrevive: el estancamiento. Y si este es el tope. Y si no hay más desarrollo vital. Y si esto es a lo que he venido. Y si pudo ser y como no fue, este es mi merecido. Vértigo. Vértigo entonces, por una situación conocida, vivida en modo consciente y justo por eso, temida.
Pero no queda otra, los minutos aunque lentos, pasan lo mismo en domingo que en cualquier otro día. Casi nada de tiempo para prepararse ante lo que vendrá. Lástima que las cartas estén ya repartidas...

sábado, 14 de enero de 2012

Dignidad

No sé si tiene algo que ver con el libro que estoy leyendo, La lucha por la dignidad, pero llevo toda la semana topándome con este concepto. Me lo encuentro en la televisión, en internet, en la prensa escrita, en el cine, etc. Es como si detrás de este hecho hubiera una intención, la de dignificarla -nunca mejor dicho-, como si hubiera estado hibernando y fuera el momento de despertarla.
Quizá ese sería el remedio de alguno de nuestros males. Ahora que todo parece desmoronarse a nuestro alrededor y que lo material deja de tener valor día tras día, parece que lo más razonable sea dignificar la dignidad. Situarla en el lugar que merece, no muy alto pero tampoco en el suelo, tal vez su lugar esté más cercano a nuestra altura moral de lo que nos parece.
Conforme lo vanal es relegado a su origen, lo moral renace reconstruido de sus cenizas para colocarse entre el cerebro y el corazón, próximo a la garganta, con el objetivo de ser el juez de aquello que finalmente debemos digerir, no sin antes decidir... tragar o vomitar.

sábado, 7 de enero de 2012

Propósitos

De vuelta. Tras la ausencia navideña. De vuelta. En un nuevo año. De vuelta. Con un propósito en la mente y otro en el corazón. Veremos cual de ellos se cumple primero. Veremos si realmente alguno de ellos se cumple.
Para los felices, la Navidad es lo más. Para mi, la navidad es tal y como la escribo, en minúscula. Me alegra haberla sobrevivido sin otro problema que el de que pasaran los días festivos lo antes posible y que de nuevo la rutina se instalara en las almas inquietas. Como preferir, prefiero el fin de semana sin más. Las grandes cosas de mi vida llegaron en fines de semana simples, casi siempre invernales, en lugares tópicos, sin extridencias, muy poco a poco.
Nunca me pasó nada especial en Nochevieja ni tampoco en Reyes. Sin embargo, los meses sin sal, los que poco dicen al resto del mundo, como febrero o marzo me trajeron presentes inolvidables aunque en breve se convirtieran en pasados desgarradores.
Debe ser que por eso me vengo arriba cuando pasan fiestas como la navidad, así, en minúscula. Debe ser que por eso me hago propósitos, aunque sean difíciles de cumplir, porque no solo dependen de mi, sino de otro y de sus circunstancias.