sábado, 26 de noviembre de 2011

Clavos

No he sido nunca de las que se 'agarran a un clavo ardiendo', por mucho que yo misma me lo haya recomendado. No me gusta. Me suele quemar con tan solo mirarlo. Debe ser que por eso esquivo oportunidades, incluso buenas oportunidades... Porque las veo disfrazadas de 'clavos ardiendo' y eso me incomoda tanto que me hace salir corriendo. Y luego reflexiono y me autocastigo por no haberme sugestionado lo suficiente como para profundizar en lo verdadero y olvidarme de mis primeras impresiones.
Sin embargo, a la semana siguiente ni lo recuerdo. Casi, casi que lo contrario: siento alivio. Justamente esta reacción es la que me dice que no me equivoqué al salir corriendo, por muchos kilómetros que lleve ya hechos.
A mi lo que me gustaría es que al conocer a alguien se abriera un abanico de opciones tipo dvd, en la que pudieras dar al pause durante algunos días, esos que necesitas irremediablemente para decidir si vuelves a cliquear al play o al stop. Es una pena que no sea así, sino que cuando comienzas a conocer a alguien solo hay dos opciones posibles: play o stop. Entonces, si das al primero, muchas veces te topas con la duda, mientras que si optas por el segundo te topas con tu conciencia, que no sé si es peor que un clavo ardiendo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario