domingo, 22 de julio de 2012

Ventanuco

Siempre he apostillado la frase 'cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana', con la siguiente sentencia: suele pasar que la ventana es en muchs ocasiones, demasiado pequeña.
En estos tiempos de conformismo extremo, el simple hecho de distinguir que se trata de aunque sea un diminuto ventanuco pero por el que pudiera entrar aire fresco, es suficiente. Por eso hay que respirar todo lo fuerte que uno sea capaz, porque el aire aunque al principio sea escaso, por lo menos es limpio y no está viciado. Merece entonces, la pena, conservar el ventanuco estrecho y evitar clausurarlo, al menos de momento. Quien sabe si con el paso del tiempo evoluciona hasta transformarse en balcón.
En esas estamos, cuando nos encontramos a punto de cerrar el primer mes completo de verano, a punto de coger unas vacaciones, cuanto menos, merecidas, por tanto pasado, por tanto sufrido. Mañana comienza la verdadera cuenta atrás... En esas estamos.

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