domingo, 19 de agosto de 2012

Madrid

Ya de vuelta. Reincorporada de nuevo a Madrid. Disfrutando de días libres y noches alegres. No puedo disimular lo mucho que me gusta pasar tiempo de vacaciones en la ciudad en la que vivo. Lo hago desde hace años. Me reservo tiempo para mi y para ella, para visitar las últimas exposiciones, dar vueltas por el centro, hacer algo que no haya hecho durante todo el año, leer libros atrasados y mirar películas que se quedaron en el tintero allá por el crudo invierno.
A falta de dos semanas para la vuelta completa a la rutina diaria, apuro hasta el extremo las horas que un día creí no poder alcanzar. Eran tiempos difíciles, aquellos en los que solo era consciente del cansancio físico y mental que proyectaba. Por eso necesito estos días en Madrid. Se trata de una reconciliación en toda regla, en la que nos prometemos nuevamente amor eterno, con o sin estrés.

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