domingo, 9 de enero de 2011

Puente

Acaba el primer puente del año 2011. Ha sido bastante agitado, con luces y con sombras. Si se cumple aquello que dicen que como comiences el año marcará el desarrollo del mismo, creo que tendré días muy divertidos pero otros angustiosamente solos. Los primeros se parecerán al viernes pasado en Alcalá de Henares, donde Yul, Beck y yo decidimos pasar el día. Sin parar de reir ni un momento, la vuelta a Madrid la pasamos haciendo planes para esa noche, que como era de esperar, también culminamos inventándonos supuestos en los que los hombres que vinieran debieran saber a lo que vienen y no confundirse y por ende, confundirnos.
Sin embargo, los segundos -los días angustiosamente solos- se parecerán al pasado día de Reyes en el que me di cuenta que vivir sola tiene sus inconvenientes. Uno de ellos, el silencio en un día tan especial como el día en que Sus Majestades de Oriente acaban de visitar los hogares españoles. Ahí si que, si me hubieran dado a elegir, me hubiera trasladado a mi infancia cuando me levantaba en casa de mis abuelos, en cuya ventana se amontonaban los regalos que mi hermana y yo no nos descuidábamos én abrir.
Y entre medias... el puente hacia el futuro... semanas con millones de interrogaciones que se irán despejando conforme pasen los días. La primera tendrá lugar mañana... ¿descolgará el teléfono?

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