domingo, 19 de junio de 2011

Brisa

Necesito brisa. La misma que sosiega el calor aplastante de una tarde de agosto en la orilla del mar. Aquella que notas conforme avanzas hacia las primeras olas que ni siquiera te mojan los tobillos. La que te hace olvidar que hace un momento que estabas sudando y que a duras penas podías respirar.

-Mi post por una hora de brisa marina-.

Despues, prometo ver las cosas con otros ojos, contemplar la vida de diferente manera, con las gafas de la paciencia y la mirada de la esperanza.

-Definitivamente, necesito esa brisa-.

Porque se que me va ayudar a soportar el calor atosigante del mes y pico que me queda hasta que me den vacaciones. Porque se que me va ayudar a escuchar menos a l@s de siempre y más a l@s de nunca. Se que notar la brisa en mi rostro me va a despertar de esta apatía que arrastro desde hace varias semanas. Y lo va a hacer como a mi me gusta, con suavidad, sin apresurarse y lo mejor es que no desaparecerá hasta que no compruebe que he resucitado del todo.

-Brisa, bendita brisa-.

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