sábado, 14 de noviembre de 2009
Incertidumbre
Yo creo que el peor estado de ánimo es la incertidumbre. No saber es peor que saber. Es para mi el peor de los maltratos psicológicos que he conocido. Levantarte y acostarte y volverte a levantar y volverte a acostar sin tener noticias es para volverse loca. No tener la certeza de qué es lo que ha pasado por su mente para decidir no hablar conmigo, para no volver a seleccionar mi nombre en su móvil y dar a la tecla verde, es condenarme sin pasar por ningún tribunal. Es concentrar el veneno que pueda tener en mi alma, de forma que no puedo imaginarme el momento de poder expulsarlo, de contaminar la suya, de removerle las entrañas, de que no se le vuelva a ocurrir en el resto que le quede de vida, aunque necesite estar a mi lado, contactar conmigo. Estoy de acuerdo con Fangoria cuando dice que un final siempre impresiona más. Necesito ese final, el the end de los filmes, el se acabó de María Jiménez. Para caer definitivamente, para hundirme en el lodo y rebozarme en la mierda, para llorar hasta hartarme, para culparme por haberle dado una segunda oportunidad, para volver al infierno del que tanto me costó salir, para cerrar la puerta y quedarme dentro de mi. Pero también para respirar, para resucitar, para ponerme otra vez 'a la venta', para volver a cuidar de mi, para no esperar noticias, para volver a ser yo. Para que... mi mundo sea otro.
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