domingo, 17 de julio de 2011

Oxígeno

Este mes de julio me está asfixiando. Y no me refiero al calor. Necesito un poco de oxígeno. El suficiente como para continuar la andadura hasta mi meta personal: agosto. Cada día es como un peldaño en una cumbre vertical. Parar el fin de semana, no me está sirviendo. No me da el oxígeno necesario para continuar el ascenso. Y claro, sin este, comenzar la semana se hace más torturador que en cualquier otro mes.

Tampoco me ayuda notar que el cosmos se encuentre paralizado hace meses. Es verdad que me quejaba durante el año anterior de un cosmos demasiado dañino, pero esta, no es la solución. Paralizarlo no resuelve el problema, a no ser que dicho descanso sea cuanto menos necesario para iniciar la marcha en rotación contraria a la experimentada el año anterior. Algo parecido a las norias de las ferias, donde una vez montada y ascendida, cuando te encuentras en el punto más alto, el movimiento se detiene, para comenzar minutos después -en ocasiones, eternos-, a girar de manera contraria a la inicial. (Esto me recuerda lo poco que me gustan las atracciones). Solo eso me consolaría. Por higiene mental, pienso pensarlo y después incluso, creermelo.

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