Ayer pasó. Casi diez meses después de su último sms, ha vuelto a contactar conmigo. Casi muero. Miles de recuerdos buenos y malos se agolpan en mi cerebro y provocan un nerviosismo tal que tan solo he podido dormir dos horas.
No solo me escribió, también llamó y me informó que volvería hacerlo hoy para vernos, siempre y cuando no se fuera de festival. Muerta, me quedé muerta. Mis nervios volvían a delatar mis sentimientos. No logré y creo que todavía sigo sin lograrlo, pensar con claridad.
Acabo de encender el móvil y deseo que suene cuanto antes. Sin embargo, algo me dice que no pasará, que como otras veces lo único que quiere es tantear, obtener información, limar asperezas, abrir una ventana, aunque ésta por el momento sea tan solo un ventanuco. Ayer lo conseguía. Y eso, muy a mi pesar, creo que le basta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario