domingo, 6 de septiembre de 2009

Expectativas

Los que saben aconsejan ante un acontecimiento, no crear demasiadas expectativas. De nuevo pude comprobarlo ayer. Era la noche elegida para celebrar mi cumpleaños y tanto mis amigas como yo habíamos depositado en el momento, alguna que otra expectativa. Cenamos en el sitio de todos los años pero cambiamos a la hora de decidir dónde tomabamos las copas. Quise que fuera en el antiguo local propiedad de Alaska. No estuvo mal pero no fue la panacea, tal y como Nita, Beck o Yul esperaban. Nadie ligó como es debido y eso, cuando se fomentan expectativas, cabrea. Me hago el cargo.
Por lo demás, por lo que a mi respecta: sorpresa con mi último zurdo, cuando aparecía de lo más eufórico a las cuatro de la madrugada en el garito. Me quedé flipada y aunque intenté disimularlo creo que finalmente se me notó. Allí lo dejé haciendo de señor de las relaciones sociales. Por sms me cuenta que llegó a casa sano y salvo. Qué alivio!

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