sábado, 19 de septiembre de 2009
Mi
La primera semana como independiente me ha coincidido con la llegada imprevisible del otoño más invernal que recuerdo. Lluvia, frio, ventisca, etc. Un tiempo desagradable que sin embargo no ha borrado la sonrisa de mi cara durante toda la semana. Y es que todo aquel miedo que tenía a vivir en soledad, ha quedado en poco más que un sustillo. Me encuentro estupendamente al llegar a mi casa con mis llaves, disfrutar de mis cosas y relajarme como mi cuerpo me pida, sin forzar sonrisas ni dulcificar mi caracter si no quiero hacerlo. Sí, es la independencia de la convivencia de 33 años en familia. Se dice pronto!
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