Es del todo improbable que las expectativas coincidan con la realidad. Las mías para la cena con mis coetáneos pueblerinos ayer noche no podía ser más negativa. Sin embargo, no fue ni muchísimo menos tan mala como yo esperaba. Sí es verdad que salió el tema sobre mi soltería, ya que la inmensa mayoría (más ellas que ellos) viven actualmente en pareja e incluso han sido capaces de ser padres y no morir en el intento (por ahora). Pero pude resarcirme del ataque indiscriminado verborreíco y parejil gracias a la inestimable ayuda de un voluntario que comenzó por interesarse por donde y como ejercía mi profesión, por mis hobbies y por mis intereses en la red, y acabó con una suave y susurrada despedida: 'si en algo ha merecido la pena esta noche, ha sido en poderla compartirla contigo. No hace falta que te diga que te cuides porque a la vista está que lo haces'. Y yo... pues... lo de siempre... callé y otorgué.
P.D. Beck estrena blog: eldiariodesuperyo. Pasen y vean.
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