El último día del año pasó tan rápido como todos los 31 de diciembre. De nuevo, esta nochevieja traía la cena sin mi hermana y de antiguo, la celebración en el mismo lugar de la nochevieja del 2008. A la discoteca del centro de Madrid llegamos pasadas las dos de la madrugada y sin Nita. Ni Beck, ni Yul, ni yo nos queríamos creer que se perdiera este encuentro tan especial. La noche fue la esperada cuando finalmente nos acompañó. El equipo de Cádiz casi estaba al completo (Marise optó por continuar la velada con su familia). Por supuesto, también nos faltó Nemi, con la que días antes había quedado para acudir a una cita especial con el futuro probable y esperemos que confirmable.
En algunas cosas se me pareció a la nochevieja'08 aunque con ciertas diferencias. Acabamos desperdigadas y volví a casa la primera. Ellas, sin embargo, prefirieron viajar: Beck y Nita cogieron el tren directo a Asturias; Nita disfrutó de un trayecto dulce y gratificante pero corto pues en esta ocasión, decició hacer transbordo y cambiar su rumbo hacia tierras malagueñas. Reservó billete por teléfono. Y mientras Beck anotaba los datos de su posible visita relámpago a Avilés, Yul embarcaba hacia Italia con destino Napoles hasta como mínimo el lunes. Con todo, mi tecla del pause continúa pulsada. Feliz 2010!
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