domingo, 28 de febrero de 2010

Viento

La noche de ayer fue un calco de la metereología de todo el día. Durante la semana, las noticias fueron alarmantes, debido al paso de una borrasca de gran calado y sobre todo, fortísimo viento. Y si algo hace el viento es agitar, agita pensamientos, personalidades, opiniones y sobre todo caracteres. Yul salió algo alborotada porque su día no había sido uno de los mejores. Y aunque traté de amainar, el viento no dejaba de soplar en nuestra contra: después de una hora casi de búsqueda, logramos aparcar pero lejos del lugar de encuentro con gente que ella conocía, que finalmente no llegaron a aparecer... Encontrado el primer lugar, poco más tarde Beck me llamaba para saber donde nos encontrabamos. Cuando llegó junto con algunos amigos y tras una conversación de lo más monárquica, decidimos cambiar de local. El viento continuaba soplando... Su ímpetu no paró ni siquiera tras pasar algunas horas allí. Sopló y solpló. Sopló y sopló. Aún así... la noche agitada ha dado a luz un día donde como ya se intuía brillaría un sol lleno de fuerza. Casi la misma que el viento de ayer. Así me gusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario