sábado, 11 de septiembre de 2010

Curso

Han vuelto las no llamadas. Han vuelto las esperas. Ha vuelto el silencio. Ni yo misma acabo de creerme que dos llamadas le hayan parecido suficientes para recapacitar y prefiera retirarse de nuevo. No me termino de acostumbrar. Será porque todavía no he sabido digerir el significado de este tímido acercamiento. O porque prefiero pensar que habrá una tercera en la que podré increparle mi guión. Eso me reconforta pero no me consuela. Además, me recuerda que no he pasado página, que ni siquiera he pasado párrafo. Ha vuelto a doler. Ha vuelto a cargarse los cimientos de mi (re)construcción. ¿Y ahora qué?
Ahora hay que buscar materiales más resistentes, a prueba de huracanes y tsunamis. Es la primera lección de este nuevo curso. Definitivamente, este es el curso que hay que aprobar, sin dejar ninguna materia para septiembre, por muy dura que parezca. No más (re)cuperaciones. No más (re)pescas. No más. Hay que pasar de curso y si es posible con nota. Porque al final es lo que cuenta, es lo que da el pase a la siguiente etapa de tu vida. Una etapa que debe ser superior a la anterior, a imagen y semejanza de la universitaria, en la que el alumno decide por sí mismo los ritmos y sobre todo los tiempos, dejando atrás el pasado académico donde otro los decidían por él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario