domingo, 13 de marzo de 2011

Frustración

Difícil semana esta que hoy llega a su fin. Sucede cuando esperas algo y no llega. Es la frustración. Aquel estado en el que permaneces hasta que examinas el origen de lo esperado y la consecuencia de que no llega. Entonces, cuando el origen es la fantasía y la consecuencia el crecimiento personal, vuelves a hacer las maletas con tus pensamientos y a desear tirar de nuevo el dado, con la esperanza de que la siguiente jugada sea lo suficientemente buena como para avanzar de una vez por todas en el tablero de la vida.
Aún así, no me gusta perderme nada cuando de jugar se trata. Por eso, no me basta con avanzar, porque paradójicamente, incluso eso si es de seguido me crea desconfianza y por lo tanto, también frustración. Prefiero que el juego se desarrolle de forma natural, con casillas en las que avances y también otras en las que retrocedas, porque es entonces cuando surge el reto y desaparece la frustración.
Por eso, no debe asustar si lo esperado no es lo que finalmente sucede, ni mucho menos, si lo que sucede es el retroceso, porque dependiendo como se enfoque, puede ser el impulso convenido y conveniente para conseguir aquello que en esos momentos ni imaginas.

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