sábado, 20 de agosto de 2011

Athens

Como penitencia ante las tres semanas que llevo sin plasmar mis aventuras y desventuras, hoy he decidido hacer un maratón de post.
Yul me sugirió que troceara nuestro viaje a Grecia en las tres paradas que hicimos: Atenas, Mykonos y Santorini. Y yo he decidido seguir su consejo.

Atenas fue nuestro inicio y también nuestra meta. El primer contacto con la ciudad fue cultural, el segundo e incluso el tercero también. Es por esto que acabé divorciando al verano de su esposa la cultura. El verano necesita como amante a la fiesta, a la playa, a la noche. Definitivamente, el verano debe ser soltero. La cultura es para el invierno. Lo digo y lo repito. No creo en la cultura en verano. La prefiero trasladar como pronto al otoño. Es por esto que acabé calificando a la primera polis demócrata como boring, very boring.
Un día y medio bastó para recorrer su acropólis, su parlamento y también su museo arqueológico. Un terrible itinerario que nos llevó a la primera de las enésimas discusiones que tuvimos Marise y yo durante nuestras siete noches de vacaciones por tierras griegas. Ella, votaba por continuar del tirón con la visita turística y yo, cansada de tanto monumento estático, necesitaba un baño en la piscina del ático del hotel más práctico que pisamos durante el transcurso del combinado y por qué no, divisar los monumentos dinámicos atenienses, que haberlos, hailos. Continuará

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