sábado, 20 de junio de 2009

Señales

El móvil no ha dejado de emitir señales durante toda la semana. Si ya el domingo había recibido dos sms, el jueves ya eran alrededor de diez. A mi pesar, me había trasladado a la adolescencia, aquella etapa en la que la escasa paga de tus padres no te alcanza para llamar por teléfono y lo suples con el envío de 140 caracteres.
Tras dos intentonas, quedé con el tipo de los rizos el jueves en Latina. El pobre se desesperó, pues no encontró aparcamiento hasta tres cuartos de hora después de haber quedado. No sé si por eso o porque necesita alcohol para soltarse... pero la verdad es que no paró de hablarme de lo mismo: su trabajo. Sinceramente... me aburrí. No quiero ni debo ser cruel, pero es la verdad. Hay personas que no saben llevar una conversación y que por eso no se arriesgan. Entonces hablan de lo único que saben y que por lo general coincide con lo que más conocen, su trabajo. El tipo de los rizos me pareció ser así.
A su modo, es decir por medio de sms, me escribió el mismo jueves de madrugada para informarme que de vuelta a casa se perdió, pero que finalmente llegó. Mi alegría se la trasladé a la mañana siguiente, por supuesto, de forma educada. Quizá demasiado tiempo de espera. Por eso, respondió con un Quise innovar, jeje. Me imagino que se refería al camino de vuelta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario