domingo, 18 de abril de 2010

Impresión

No estuvo nada mal, la verdad. No estuvo nada mal la noche de ayer. Qué bien le viene a una cambiar de vez en cuando de entorno. Yul y yo celebramos el cumple de Nemi con algunos de sus amigos y la verdad es que a mi me gustó mucho. La ausencia de la total confianza que ya mantenemos entre nosotras, hace que pienses, a veces en exceso, qué es lo que vas a decir, cómo lo vas a decir y cuando conviene decirlo, no vaya a ser que al final sea verdad eso de que la primera impresión sea la que queda. La concentración en la conversación del inicio de la cena, dio paso paulatinamente a una disminución de la prudencia conforme la noche avanzaba y la confianza se afianzaba. A estas alturas de la tarde del domingo, me queda una única duda, esa que siempre da vueltas a personas como yo, con exagerada cantidad de prudencia en nuestras venas: la impresión que se llevaron a sus casas, a sus vidas, si esa impresión nos permitirá a unos y otros volvernos a encontrar, si habrá más tras la noche de ayer, si habrá un paso más entre quienes ayer comenzamos a conocernos. Chi lo sà!

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