Fue todo inesperado. Pasé el jueves con Yul en Latina. Después de comer apareció Nemi. Me recordó a los viejos y buenos tiempos... Las tres hablando sin parar, sin parar, sin parar. Por la noche, Marise, aunque ella no lo crea, dio un paso de gigante. Y fue en el sitio donde si la paredes hablasen... Donde si no iba a ser... Horas después y con el día por delante, todo era confusión y confesión. Ella misma se decía y se maldecía. Todo, en un tono demasiado duro consigo.
Hoy sigue en las mismas; acabo de hablar con ella y no deja de dar vueltas a la cabeza a una situación que seguramente no será de la misma forma percibida por la otra persona, ni siquiera por ninguno de los que nos encontrabamos en el mismo lugar. Pero hoy, esta noche, tenemos la fórmula para cambiar el chip -Marise es fan de esta plabra-. Hoy volveremos a probar, a ensayar (como la digo yo), y al fin y al cabo a vivir el presente y olvidar el pasado, para estar en disposición de disfrutar el futuro.
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