lunes, 12 de abril de 2010

Maravilla

Ayer estuve en el cielo. Solamente, de visita. Nada más que cuatro horas: de ocho de la tarde a doce de la madrugada. Qué lástima, como todo lo bueno, fue breve. La experiencia fue maravillosa! Cien metros cuadrados donde hombres ocupando más de una veintena de camas, daban la bienvenida a los que por primera vez atravesábamos las puertas del cielo. Paredes blancas, una pantalla gigante y música para que las señoras canten y hablen entre ellas, más música, esta vez electrónica y más música, esta vez, homenaje a Fangoria. Definitivamente, visité el cielo... Y me llevaron a la zona vip. A menos de un metro tenía la mejor compañía, la de Alaska. Más cerca incluso, la de algún que otro actor de la serie de moda y más cerca aún la de la actriz protagonista de la última peli de estreno en español. Definitivamente, visité el cielo... Lo mejor: no tenía que preocuparme de ligar. No había opción. Me encantó estar en la posición de vouyeur: observar como ligan entre ellos, perdón, entre ellas, es una experiencia, además, maravillosa. Cuánto tenemos que aprender los que nos consideramos heteros! Una mirada basta. Un aquí estoy pa' lo que tú ordenes, basta. Un quiéreme siempre. Y todo muy claro, transparente, vamos, como el agua porque....al fin y al cabo... Agua que no has de beber....dejala correr. Qué MA-RA-VI-LLA

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